Obesidad Adolescente, una epidemia silenciosa
En Chile, la obesidad adolescente se ha vuelto una epidemia silenciosa, afectando a tres de cada cinco niños de quinto básico. A pesar de estas cifras alarmantes, la obesidad adolescente a menudo se invisibiliza, por lo que María Virginia Amézquita, nutricionista UC CHRISTUS, nos comenta más sobre esta realidad.
Las cifras son contundentes: la obesidad afecta a más de mil millones de personas en todo el mundo, con aproximadamente 379 millones de niños y adolescentes como víctimas de esta creciente epidemia.
En Chile, los números son igualmente preocupantes, ubicándose como el quinto país con el porcentaje de obesidad más alto entre los miembros de la OCDE, alcanzando un 26,4%. El Mapa Nutricional 2022 revela que 3 de cada 5 estudiantes de quinto básico en Chile sufren de obesidad u obesidad severa, subrayando la gravedad del problema en la población joven.
María Virginia Amézquita, miembro de la Sociedad Chilena de Pediatría y nutricionista UC CHRISTUS, enfatiza que la obesidad en la adolescencia tiene una probabilidad alarmante de persistir en la vida adulta, superando el 80%. Además, destaca un cambio preocupante en la manifestación de la obesidad, observando casos de obesidad mórbida en niños tan jóvenes como de 3 o 5 años, con comorbilidades que antes eran más comunes en adultos mayores.
Detección temprana
Es crucial para iniciar tratamientos que aborden la obesidad en sus etapas iniciales. El aumento de éste, agravado por la pandemia, ha llevado a cambios en los hábitos alimenticios de niños y adolescentes. La flexibilidad en las comidas, permitiendo el consumo de alimentos ultraprocesados, ha contribuido al aumento de peso, llevando a una generación de jóvenes con sobrepeso u obesidad.
En respuesta a esta creciente crisis, María Virginia Amézquita destaca la importancia de tratar la obesidad en sus etapas iniciales con dietas y ejercicios adaptados al metabolismo de los adolescentes. Factores como el apoyo familiar, la actividad física y los patrones de sueño juegan un papel crucial en el éxito de estos tratamientos.
Cuando las medidas convencionales no son suficientes, se exploran otras alternativas, como el uso de medicamentos, aunque su eficacia varía. La cirugía bariátrica se presenta como el último recurso en casos extremos, con criterios estrictos que evalúan la idoneidad del paciente y la necesidad real de esta intervención.
En conclusión, al abordar la obesidad en sus etapas iniciales y con la guía experta de un equipo médico integral y sin olvidar el apoyo familiar, se puede vislumbrar un futuro más saludable para la juventud chilena.