Narrativas que humanizan: una jornada para reconectar con el centro del cuidado
En el Auditorio Rencoret del Hospital Clínico UC CHRISTUS se vivió una profunda reflexión sobre el valor de la palabra, la escucha y la historia personal como pilares de la salud mental y el acompañamiento.

Durante la mañana de este martes 23 de abril se desarrolló la jornada “Tu relato es nuestro relato: la importancia de la narrativa en la salud mental”, un espacio impulsado por la Gerencia de Misión y el equipo de Humanización del Hospital Clínico UC CHRISTUS. La actividad congregó a colaboradores de la Red y a participantes externos, generando un encuentro significativo sobre cómo nuestras historias personales pueden transformar la forma en que entendemos, sentimos y acompañamos a otros en el contexto sanitario.
Entre los expositores, el Dr. Juan Carlos Claro, médico internista UC CHRISTUS y Director de Profesionalismo de la Escuela de Medicina UC, destacó que “las historias de los pacientes son mucho más que una recopilación de síntomas. Nos entregan claves sobre cómo actuar mejor, con mayor comprensión y respeto por su experiencia vital”. Su ponencia invitó a reconocer que no todas las narrativas en salud terminan bien, pero que incluso en esas trayectorias, hay herramientas que nos permiten sostener con dignidad y humanidad.
El Dr. Jaime Santander, Director Médico UC CHRISTUS, compartió una anécdota de su infancia junto a sus hermanos, cuando vivieron una misma situación en un restaurante, pero cada uno la recordó de forma distinta. “Esa experiencia me marcó, porque entendí que, aun estando en el mismo lugar y al mismo tiempo, cada uno vive las cosas desde su propia historia. Por eso, cuando escuchamos a una persona, no solo oímos lo que dice, sino desde dónde lo dice”, comentó, destacando la importancia de reconocer las múltiples vivencias que pueden surgir ante una misma realidad.
Por su parte, Francisca Humada, kinesióloga y autora de Mi hermano astronauta, compartió su trabajo en torno al duelo infantil y la educación emocional temprana. “En cada emoción cotidiana estamos educando el mundo interno de los niños. Nos transformamos en refugios, en lugares seguros para que ellos puedan procesar la vida y también la muerte”, expresó.
El encuentro cerró con una invitación a cultivar la humanidad compartida, concepto trabajado por otro de los panelistas, que resaltó la urgencia de entrenar una mirada compasiva frente a un contexto global fragmentado. “Reconocer que formamos parte de una misma humanidad nos permite valorar nuestras diferencias y trabajar por una sociedad menos teñida por el ego y más comprometida con el bienestar común”, comentó el expositor, Claudio Araya.
La jornada fue, ante todo, un recordatorio de que detrás de cada tratamiento hay una historia, y que escucharlas con respeto y apertura es también una forma de cuidar. Porque humanizar no es un concepto, es una actitud que transforma el día a día en salud.