Nació en la ciudad de Talcahuano, sin embargo, tuvo que salir de Chile junto a sus padres a muy temprana edad, vivió en Alemania desde los 3 años hasta los 8 y tiene muy bellos recuerdos de la infancia que le tocó vivir junto a su hermana mayor.

Con 47 años y dos hijas, de 15 y 12 años, el Dr. Pablo Toro hace un recorrido por su vida personal y profesional, en la que relata cómo se inclinó por la medicina y pese a que en primera instancia no quería dedicarse a la Psiquiatría, terminó estudiando Medicina en la Católica y luego especializándose en esta rama.

¿Cómo se inicia esta relación con la medicina?

Tengo familiares médicos, mi abuelo fue médico, él tuvo dos hijos médicos, y por ahí comienza a picar el bicho.

Mis padres son psicólogos, por ahí viene el gusto y mi inclinación hacia la psiquiatría. En primera instancia había prometido no ser psiquiatra, cuando uno es joven busca alejarse de las profesiones relacionadas a los padres en realidad, marcar diferencias en la adolescencia. Sin embargo, terminé estudiando en la Católica Psiquiatría y acá estoy.

¿Qué es lo que más le gusta de ser psiquiatra?

Me gusta mucho que sea una especialidad 100% clínica, se hace medicina a la antigua. Para hacer nuestros diagnósticos, tenemos que tomar en cuenta historias, examinar muy bien a las personas, porque las maquinarias no nos sirven para diagnosticar, solo para descartar causas médicas de padecer mental.

Es muy bella nuestra especialidad, porque, además, permite conocer profundamente a la gente, uno tiene que conocer muy bien a los pacientes, sus contextos sociales, lo que viven, y se establecen relaciones de ayuda bien profundas, es muy lindo eso.

El lado académico de su carrera

Por otra parte, me encanta enseñar, la educación médica, me gusta por muchísimos motivos. Es muy lindo ver como los estudiantes van madurando en el conocimiento de la medicina y como personas, gracias a ellos uno sigue aprendiendo por siempre, ser parte de esta institución, me encanta.

¿De no ser psiquiatra, ha pensado a que le hubiera gustado dedicarse?

Me hubiera dedicado a la música, era lo que más me gustaba en mi adolescencia. Toco piano desde muy pequeño. Cuando salí del colegio tenía un nivel que me hubiera permitido estudiar música. No me atreví, sentí que era muy arriesgado.

¿Cuénteme, aparte de la música, tiene otro hobbie o pasatiempo?

Hago hartas cosas, me gusta mucho el deporte. Ando en bicicleta todos los días, es mi medio de transporte. Me gusta mucho el buceo, lo hago hace más de 20 años, algo que heredé a mis hijas y que se concretó con la certificación de ellas, ahora último, como buzos.

Y bueno, la música, hago harta música. Ocupo mi agenda brutalmente. Estoy participando en dos proyectos, una banda de rock en la que hacemos corves, se llama “URock”, es una banda en la que tocamos juntos hace mucho tiempo, en la época de la Universidad, y también ahora con colegas psiquiatras de la UC una banda (Excitalopram) que también tocamos covers. El segundo, una banda de música de son cubano.

La música que se tomó la PUC

En ese tiempo hacíamos un tributo a Pink Floyd, generamos en la Católica muchos con ciertos, armamos un “The Wall” en Campus Oriente, además de algunos “El lado oscuro de la luna”, todo esto en los años 90´s.

Recuerdo que hicimos un “Lado oscuro de la luna” en el Aula Magna del Campus San Joaquín, fue impresionante.

Y en el otro proyecto que participo es en una banda de son cubano, ahí hacemos música propia, hemos grabado discos. Nos ha ido bien, pero con la pandemia y el cierre de todo ámbito cultural dejamos de tocar, ahora hace poco nos volvimos a reunir, este proyecto se llama Trikawe.

Finalmente, ¿tiene algún mensaje para quienes deseen desempeñarse en el rubro de la medicina?

Es una muy linda opción de vida, porque permite un desarrollo profesional y humano. Desde lo personal, permite hacer un gran trabajo, estable, seguro y de interacción con persona, posibilita un desarrollo y crecimiento que son infinitos, siempre se está aprendiendo algo nuevo. Es una muy buena elección.

Y a aquellos que se quieren dedicar a la Psiquiatría, creo que se profundiza más el conocimiento de las personas, además que es una disciplina que está en constante desarrollo.