¿Cómo abordar la adicción a redes sociales de los menores?
Sin duda, la navegación en redes sociales abarca gran tiempo de nuestras vidas. Sin embargo, en menores de 12 años puede ser un gran problema que incluso provocaría la adicción.
Durante el último tiempo, existen registros sobre el uso compulsivo de redes sociales (RRSS) en menores de 12 años, lo que se ha transformado en un problema de salud pública debido a las secuelas que puede provocar según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cathy Pesce, psicóloga infanto-juvenil de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), nos cuenta en esta nota sobre cómo prevenir una adicción a las redes sociales sin generar una desconexión en la presente era digital.
“Las redes sociales están pensadas para ser adictivas, para que las personas se enganchen y luego sea muy difícil salir de ellas. Se activan circuitos neuronales que tienen que ver con la gratificación inmediata y la liberación de dopamina, más conocida como la hormona del placer”, explica la especialista.
La salud mental es una variante muy relevante en cuanto a las RRSS, ya que aristas como la autoestima están bajo constante asedio en internet. La organización benéfica inglesa Stem4, entrega datos que no dejan de ser preocupantes.
Según el estudio, tres de cada cuatro niñas y niños británicos menores de 12 años odian su cuerpo y se avergüenzan de su apariencia. En cuanto a jóvenes de entre 18 y 21 años, ocho de cada diez tendrían una percepción negativa de sí mismos.
En el documento, se apunta a uno de los principales responsables de este síntoma en niños y adolescentes al uso de redes sociales, tales como TikTok e Instagram. Si bien estos datos no son nuevos para la comunidad de la salud, los estudios apuntan a un aumento considerable en el último año, lo que ha llevado a que diversos entes tomen acciones contra las empresas tecnológicas que las diseñan.
Redes sociales comparables con el azúcar y drogas
Cathy Pesce, explica que la adicción a este tipo de plataformas se puede comparar a la misma producida por otro tipo de sustancias, como los azúcares, cocaína y el alcohol. Además, los riesgos de esta adicción son similares a los de otras dependencias tóxicas, como el desarrollo de trastornos de conducta, aislamiento social, aumento en los niveles de estrés, ansiedad e incluso depresión.
“Es bien dramático ver cómo los niños con adicción a las redes sociales se van aislando del mundo real, lo solos que se van quedando. Cómo se va empobreciendo la rutina y la vida social. Dejan de hacer deporte, aparecen consecuencias como el sobrepeso y la falta de vitamina D, además de otras muy serias, como la depresión e incluso perder el sentido de la vida”, argumenta.
Es por esto que, la especialista sostiene que estos indicadores pueden tener potenciales repercusiones en el entorno familiar. El aislamiento puede conducir a una desconexión con padres, madres y cuidadores.
“A veces los niños reciben contenidos difíciles, pero si son acompañados por un adulto y tienen la posibilidad de conversar sobre eso, puede incluso llegar a ser una experiencia de crecimiento. Pero no es así con las RRSS, porque los niños están expuestos totalmente solo a cosas que muchas veces son inadecuadas”, expresa la psicóloga.
Educar sobre el uso de redes sociales
Varios especialistas concuerdan en que la mejor manera de combatir el uso indiscriminado de estas plataformas es a través de la educación y del ejemplo por parte de los adultos. En este sentido, lo primero es identificar los usuarios potenciales a sufrir algún tipo de adicción, los cuales pueden ser clasificados en tres categorías:
- Los que las usan RRSS.
- Los que abusan de ellas.
- Los que manifiestan un uso compulsivo con potenciales trastornos de conducta.
En el patrón de uso abusivo se observa dificultad para regular el tiempo de conexión, niveles variables de ansiedad asociada al uso de redes sociales, dificultad para justificar su uso excesivo y niveles altos de ansiedad cuando llega la hora de desconectar.
Por su parte, niñas, niños y adolescentes que tienen un uso compulsivo de redes sociales suelen evidenciar alteraciones en sus horas de sueño, alimentación y en la forma de relacionarse con su entorno más cercano, en especial con la familia.
Lo que se aconseja a los padres y madres que su rol como educadores con sus hijos e hijas es fundamental en cuanto al uso de pantallas. Uno de los principales argumentos en fin de guiar a los más chicos de la casa es que los smartphones no son una herramienta educativa.
Las repercusiones de la mala utilización de los teléfonos inteligentes se pueden ver representado en bajos niveles de atención y aprendizaje. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Chile, Argentina y Uruguay son los países donde los adolescentes de 15 años son lo que se desconcentran más, producto de sus smartphones.
¿Cómo prevenir el uso abusivo y compulsivo de redes sociales?
Cathy Pesce es enfática en el trato educativo sobre el uso de RRSS en niños, niñas y adolescentes, ya que restringir el uso
indebido no es lo mismo que restringirla en su totalidad.
La profesional de la PUC indica que el principal consejo es educar a través del ejemplo, ya que niñas, niños y adolescentes aprenden desde la observación. Por ejemplo:
- Si hay una instrucción sobre el no uso de celulares en la mesa al momento de comer, esta norma aplica para todos, incluido los padres y madres.
- Permitir el uso de redes sociales a partir de los 13 años, pese a que la estadística apunta que los menores entre 8 y 12 años ya tienen smartphones propios.
- Supervisar y acompañar en el uso de ellas.
- No malentender el “espacio privado”. No hay que cometer el error de creer que supervisar en el uso de redes sociales implica una violación a la privacidad de hijos e hijas.
- Horas libres de RRSS. Tiempo antes de dormir, durante las comidas y mientras se hace las tareas.
- Promover otros intereses.